El Santo Ocho (símbolo de infinito)

 

"Todas las fuerzas giran sobre la base del Santo Ocho" (Tarot y Kábala, Samael Aun Weor)

Siempre  que comienza un nuevo año, algo en nuestro interior nos alienta a emprender nuevos objetivos, nuevos propósitos. Obviamente, es necesario adquirir algún compromiso de trabajo psicológico interior con nosotros mismos, para poder elevar nuestro nivel de Ser, nuestro nivel de Conciencia, y con ello nuestro grado de felicidad y paz interior.

Para tener éxito en cualquier empresa hay dos condiciones necesarias: 1) conocer y cumplir las leyes que la rigen, y 2) calcular las resistencias.

Así que, podemos encaminarnos favorablemente en este nuevo año acudiendo a la Kábala y conociendo las características del número que rige en él.

Terminado el año del Triunfo (2+0+0+5 = 7), en el que el guerrero debía aprender a usar el Báculo de Poder y la Espada de la Voluntad (Thelema), con el 7 hemos concluido una escala, y este año empieza a sonar en una nueva escala musical que nos exige dar el "do de pecho" para elevarnos en una octava superior.

En el 2006 (2+0+0+6 = 8), debemos aplicarnos al estudio del 8 que regula este año para poder leer y fluir bien con su partitura; aplicando las claves que nos enseña el Santo Ocho a las circunstancias diarias, poco a poco haremos de nuestra vida una Obra Maestra.

 

El Número Ocho

 

El número 8 es la octava. Su planeta es Saturno, su constelación la 8ª que corresponde a Escorpio. Su metal es el plomo y entre las piedras, el ónix negro. La nota musical es el do en la segunda octava.

Si descubrimos el número 8 imaginativamente, con una “s” que sube y otra “s” que baja, descubrimos en él las Leyes de Evolución e Involución. La evolución y su hermana gemela la involución son dos leyes mecánicas de la Naturaleza que trabajan en forma armoniosa y coordinada con todo lo creado. Los fanáticos que sólo creen en la evolución violan las leyes del Santo Ocho, violan las leyes de las Matemáticas; pues todo lo que existe en la creación evoluciona hasta cierto punto definido por la Naturaleza, y luego involuciona hasta regresar al punto de partida original. Esto es absolutamente irrecusable, irrebatible, irrefutable; por ejemplo: día y noche, luz y tinieblas, construcción y destrucción, crecimiento y decrecimiento, nacimiento y muerte, etc., etc.

La exclusión de cualquiera de las dos leyes citadas, originaría la estática, el quietismo, la parálisis radical de los mecanismos naturales. Estas dos leyes forman el Santo Ocho. Como observamos en el ascenso y descenso incesante que las caracterizan, las dos Leyes de Evolución e Involución, no pueden conducirnos a la Auto­realización, los hechos son los que hablan… Se necesita la senda de la Revolución que nos libera de la rueda del Samsara.

El camino de la Revolución de la Conciencia es el camino que, basado en trabajos conscientes y padecimientos voluntarios, nos conduce a la Iniciación. Las pruebas son muy duras; necesitamos la paciencia del santo Job, sin ella es imposible que se pueda hacer ese trabajo. Somos probados muchas veces. Las pruebas iniciáticas se realizan en los mundos superiores y en el mundo físico. Se necesita una gran paciencia para no caer en el abismo.

Recordemos que a Job le dio una enfermedad grave los amigos de Job, Eliphaz, Bildad y Zophar (los tres traidores del Cristo interno) le decían: "Si tú eres amigo de Dios, ¿por qué no protestas?"; él decía: "El Señor dio, el Señor quitó" (1:21).

Sin duda, en Job vemos encarnado el axioma trascendente del Arcano 8: "Edifica un altar en tu corazón, mas no hagas de tu corazón un altar". El número de Job es paciencia y mansedumbre. El ocho es el número de Job, el hombre de santa paciencia. Este número representa la vida y sacrificio de Job que es el camino que lleva el Iniciado hasta el nacimiento segundo.

El número ocho siendo el del grado de Job significa, por tanto, pruebas y dolores.

Si en el ocho hay sufrimientos, luchas, estudio, pruebas y dolor, es también un número de reflexión, consejo, comprensión y análisis, que nos ofrece la oportunidad de hacernos pacientes, pasivos, enérgicos, justos y rectos.

 

El Arcano 8, La Justicia

 

En la lámina de este Arcano aparecen varios dibujos muy significativos.

En la parte inferior, aparecen las aguas de la vida con la serpiente mordiéndose la cola, formando el signo de la Madre Cósmica, el infinito (0, cero).

En la parte media, una mujer se encuentra arrodillada sobre un túmulo de 3 escalones representando el arcano A.Z.F. (Agua más Fuego igual a Conciencia). La mujer sostiene la espada de poder hacia arriba con la mano izquierda y con la otra mano equilibra una balanza, señalando el equilibrio que debe existir entre mente, corazón y sexo.

En la parte superior aparece Ra, éste es otro símbolo de Ra aparte del de las alas.

El Arcano 8 es el Juicio, se le representa con una espada que corresponde a lo esotérico. Esto quiere decir que debemos tomar nuestra espada en una mano y la balanza en la otra y equilibrar el estudio y la práctica. La espada es nuestra propia médula espinal y la balanza es la energía del Tercer Logos. El fiel de la balanza es la voluntad soberana que lleva a la acción. Sin esa fuerza no tenemos espada, y sin la espada estamos desarmados.

El 8 nos habla de este trabajo. En la espina dorsal, las fuerzas vitales circulan entrecruzándose en forma de un ocho. El ascenso milagroso de la energía seminal hasta el cerebro, se hace posible gracias a cierto par de cordones nerviosos que en forma de ocho se desenvuelven a derecha e izquierda de la espina dorsal. Estos son los dos testigos del Apocalipsis. Los dos testigos enroscados formando el santo ocho en la espina dorsal forman el Caduceo de Mercurio.

En la filosofía china este par de cordones son conocidos con los clásicos nombres del Yin y del Yang, siendo el Tao el sendero del medio, el canal medular, la vía secreta por donde asciende la serpiente Kundalini.

El mago blanco hace subir la energía por entre los cordones simpáticos de la médula espinal. El ocho horizontal o signo del infinito significa trabajar en la novena esfera. Los dos testigos ascienden alternativamente de izquierda a derecha hasta formar un nudo maravilloso en el espacio comprendido entre las dos cejas. Luego prosigue por las fosas nasales. Por este par de cordones simpáticos ascienden hasta el cerebro los átomos solares y lunares de nuestro sistema seminal. Cuando los átomos solares y lunares hacen contacto con el coxis despierta el Kundalini inevitablemente.

 

La Madre Divina se manifiesta a través del Santo Ocho o Caduceo de Mercurio, que representa la espina dorsal, la energía Kundalini.

El Arcano 8 del Tarot es una mujer con una espada en la mano, ante la Balanza de la Justicia Cósmica. Realmente sólo ella puede entregarle la espada al mago; sin la mujer ningún Iniciado logra recibir la Espada o Fuego del Kundalini, el Fuego del Espíritu Santo.

Es necesario equilibrar las fuerzas, es necesario y urgente santificarnos absolutamente y practicar el Arcano A.Z.F., las fuerzas del hombre y la mujer se equilibran en el Amor y en la Sabiduría.

El equilibrio de la balanza del Arcano 8 nos enseña la Justicia y Rectitud que deben regir en nuestros pensamientos, palabras y obras; con Rectitud debe vivir el hombre.

El Arcano 8 considerado detenidamente significa la Vigilancia, la Justicia; la Espada hacia arriba significa la Rectitud, necesitamos ser rectos de pensamientos, de nuestras palabras y de nuestras obras. La mano izquierda de la mujer sostiene la Balanza de la Equidad, Equilibrio, Precisión; eso representa la Balanza de la Justicia.

Pero antes debemos haber adquirido las cualidades y capacidades del Arcano 7, el auto-dominio y el control de las pasiones, indispensables para el Magisterio; tiene uno que aprender a dominarse a sí mismo para llegar algún día a la Maestría, al Magisterio del Fuego.

Así como el Arcano Nº. 7, el Triunfo, se logra por el auto-dominio del Carro de la Vida, dominándose a sí mismo, sabiendo manejar la propia vida, o sea dirigiendo inteligentemente el Carro de la Vida, así también el Arcano 8 representa la Rectitud, Justicia, Firmeza, Equilibrio; la Firmeza, la Espada; el Equilibrio, la Balanza. Esa Firmeza debe convertirse en el eje mismo de la vida, en el punto central de gravitación de la vida y de nuestra existencia.

 

El centro de la Tierra

 

La capa de la superficie es una corteza de cincuenta a sesenta kilómetros de profundidad. Debajo de esta formidable corteza sobre la cual se ha desarrollado toda la historia de la humanidad, existe otra capa de 3.500 metros de espesor, compuesta de magnesio, oxígeno y silicio combinados en otra forma de roca sólida. Nada por ahora pueden saber los científicos sobre el núcleo de la tierra, tan solo opinan que su densidad y temperatura son muy elevadas y que, aproximadamente, mide 6.500 kilómetros de diámetro.

Esotéricamente, el núcleo de la tierra tiene en sí mismo tres aspectos. Primero: físico. Segundo: regiones de ultravioleta (Dimensiones Superiores de la Naturaleza). Tercero: regiones del infrarrojo (Dimensiones Inferiores de la Naturaleza).

Antiguas tradiciones sitúan en el corazón de la tierra la silla de Satán y el Templo del Genio de la Tierra, los ángeles y los demonios en eterna batalla y el símbolo del infinito.

Desde el punto de vista esotérico, es necesario saber que el símbolo sagrado del infinito se encuentra en el corazón de la tierra, en su núcleo viviente y tiene forma de un ocho colocado en forma horizontal. En el noveno estrato se encuentra el Santo Ocho. La Tierra tiene nueve estratos y en el noveno está el laboratorio del Tercer Logos. Realmente el noveno estrato de la Tierra está en todo el centro de la masa planetaria. Allí está el Santo Ocho. Este es el divino símbolo del infinito. En este símbolo se hallan representados el cerebro, corazón y sexo del genio planetario, Changam. El centro del Santo Ocho corresponde al corazón, y los extremos superior e inferior, al cerebro y sexo respectivamente.

Todos los seres organizados que viven sobre la superficie de la tierra, están estructurados de acuerdo con este símbolo. La lucha es terrible. Cerebro contra sexo. Sexo contra cerebro, y lo que es más terrible, y lo que es más grave y doloroso, es aquello de corazón contra corazón.

Los grandes Iniciados dicen que este símbolo está elaborado en oro puro y que se encuentra exactamente en el centro de la tierra, en la novena esfera. Realmente, dentro de la tierra viviente existen los mayores esplendores y las tinieblas más espesas. La novena esfera, en el centro de la tierra y en el hombre, es el campo de batalla entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas. El Arcano A.Z.F. es la llave que nos permite abrir la novena puerta.

 

La Sagrada Orden del Tíbet

 

Es urgente comprender que en las Dimensiones Superiores de la Naturaleza, sumergidas bajo la epidermis de la tierra, existe, por ley de antítesis, un Noveno Círculo de Gloria, donde los Iniciados de la Fraternidad Universal Blanca pueden ver en forma concreta, trazado el signo del infinito, el Santo Ocho, colocado éste horizontalmente. Quienes han estudiado la Kábala esotérica conocen muy bien el significado íntimo de esta mágica figura.

Mediante el Santo Ocho –signo sagrado del infinito–, cualquier chela, a condición de una conducta recta, puede ponerse en contacto directo con esta organización secreta.

El Santo Ocho trazado horizontalmente, es fuera de toda duda, una viviente clepsidra.

Si se considera íntimamente la extraordinaria formación de este maravilloso signo, resalta a todas luces la continuidad de un mismo trazo, que cierra un doble circuito en el primer rasgo, mientras en el segundo sólo cierra uno, desviándose en el otro para proyectarse hacia afuera después de cortar el signo en el punto mismo de su cruzamiento central.

Uno cierra y el otro abre. Es, pues, esta llave la requerida para abrir todos las puertas y cortar todas las corrientes formadas por la energía atómica, desde la que hemos imaginado y depositado en el fondo de la conciencia, hasta la originaria de todas, la cual circula en la misma forma, en el centro vital de la novena esfera.

Salvar con estos recursos los lances de la experiencia astral y obtener una salida auto-consciente y rápida, es, entre otras, una razón más que suficiente para que la Orden Sagrada del Tíbet pueda enfatizar su lema: "Nada resiste a nuestro Poder".

De acuerdo con la descripción anterior se insinúa el siguiente ejercicio y orientaciones:

1.- Quietud y silencio mental.

2.- Imaginar vivamente el Santo Ocho.

3.- Meditar profundamente en la Orden Sagrada del Tíbet.

4.- Tal signo, junta o separa todos los elementos regidos por la energía atómica, si se traza con los dedos medio, índice y pulgar de la mano derecha, sobre la superficie del plexo cardíaco.

Amad el Santo Ocho, veneradlo, concentraos hondamente en él. Dicho número viene a ser así un claro emblema de aquel Mercurio Filosófico –verdadera encarnación de Hermes- con el cual el Iniciado debe trabajar en el Magisterio del Fuego.

Meditad en el signo sagrado del infinito, perfecta representación del nexo viviente que enlaza sabiamente los dos mundos -divino y material-, que manan respectivamente de las aguas de arriba y de las de abajo, del espacio producido en la segunda fase de la creación, y que por último se unen en el foco central interno de la conciencia individual, como vehículo, canal y medio de expresión del uno en el otro.

Concentraos profundamente en el santo símbolo, en el ocho inefable, en esa doble corriente de fuego y agua que se entrecruza sabiamente en la novena esfera, dentro en las entrañas vivientes de la tierra.

Que haya profundidad en vuestra concentración. Meditad en la Orden Sagrada del Tíbet.

Evocad esos ocho Kabires o Kabirim del signo del infinito. Son, pues, estos ocho hermanos los Rectores de la Naturaleza, los generadores de los fenómenos vitales, los reguladores de todas las actividades fundamentales del organismo planetario en que vivimos.

Meditad y orad; permaneced alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra, y no caigáis en tentación.

Sed íntegros, unitotales, receptivos. Una noche cualquiera, no importa cuál, seréis llamados desde el Templo de los Himalayas. Pedid y se os dará, golpead y se os abrirá.

Que el Santo Ocho inefable y terriblemente divino, se sumerja como un bálsamo precioso dentro de vuestro dolorido corazón y que los ocho Kabires guíen vuestros pasos hacia la Orden Sagrada del Tíbet.


2 respuesta a «El Santo Ocho (símbolo de infinito)»

  • Remedios Rivas

    Gracias.
    Durante un ejercicio de respiración holotrópica sentí que al inspirar y expirar se formaba un 8 en mi cuerpo, justo a la altura del ombligo se curzaba la curva y subía la siguiente, una sensación maravillosa…. dificilmente explicable, sentía que despegaba.
    Quisiera que me dijesn algo más de lo que he leido para ampliar la
    comprensión de mi experiencia ya que fué en grupo y tengo la sensa-
    ción de que nno se respetaron mis tiempos ya que yo no dije nada y
    salí de la respiración al tiempo de los demás… sin embargo sentía que
    quería seguir, el 8 se me formó 3 veces.
    Gracias.
    Una caminante hacia la luz.

  • rosa virginia marcano

    Recien supe del santo ocho infinito y quise saber mas, y me ha dejado realmente movida el como fue posible darle coherencia a varias cosas a traves de este articulo del santo ocho infinito. Infinitas gracias mi corazon esta agitado como nino feliz y emocionado pues tiene sentido lo q hago tanto para mi, como mi servicio a la humanidad. Bendiciones

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